viernes, 23 de noviembre de 2007

De los amigos perfectos (parte I)

Mis amigos no son perfectos. Eso lo tengo claro porque me tiré unos cuantos días pensando si el ser humano perfecto existe o no (cortesía catalana) y llegué a la conclusión de que no, o al menos no de manera genérica, quizá sea posible que una persona encuentre a otra que posea todas las cualidades que busca y ningún defecto, pero estoy segura de que esa persona no sería yo. Lo sé porque nunca tengo muy claro lo que busco y porque si me topara con alguien sin defectos saldría corriendo.

Así que mis amigos no son perfectos, y eso no debería ser un problema pero resulta que alguien decidió que debemos querer las imperfecciones de nuestros amigos del mismo modo que los queremos a ellos y que, por tanto, no podemos criticarlas, odiarlas y mucho menos intentar cambiarlas. Y a mí eso me aleja.

Quiero poder quejarme porque siempre llegas tarde, quiero poder desconectar cuando repites lo mismo por tercera vez sin sentirme mal por no escucharte, quiero poder cagarme en todo cuando me llamas mientras estoy estudiando, quiero poder ironizar cuando hablas en primera persona del plural.

Y quiero hacerlo para no alejarme.
Y necesito hacerlo porque si no lo hago se me olvida quererte.
Porque si no lo hago, no consigo que encajemos.
Porque si no lo hago, digo FIN.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y quién ha dicho que no podemos criticar los defectos de nuestros amigos?? Bueno, Últimamente pienso que es difícil criticar los defectos de casi cualquier persona (amigo o no), desde mi punto de vista, porque quizás antes hay que ponerse en la piel de esa otra persona, ver qué pasa por su cabeza, por qué actúa así...y si con todo eso no hemos sido capaces de entenderlo quizás solamente respetarlo. Pero eso es una cosa y que te tenga que gustar otra, no?? Me explico fatal, pero bueno, así estropeo tus comentarios.
Besitos mil con muuuuuuchos defectos.