domingo, 19 de octubre de 2008

Tu soledad te defiende

Tu soledad te defiende,
te limitan tus miradas,
que yo sé que tu alma llega
adonde tu vista alcanza,
adonde llegan tus sueños,
adonde tu amor acaba.
Este viento no es el viento,
es tu soledad alterada,
es tu aire que revuela,
es que alborota tu gracia.
Son tus ojos que acarician
transparencias y esperanzas,
agua de lagos y ríos,
verdores de esbeltas ramas.
Es tu soledad valiente,
defensora de tu alma.

Manuel Altolaguirre

lunes, 13 de octubre de 2008

Qué solo estás - Los Secretos

lunes, 6 de octubre de 2008

—¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
—¿Color rojo? querrá decir negro.
—No, se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.

Desayuno con diamantes - Blake Edwards

viernes, 3 de octubre de 2008

Vaya a saber por qué, este tiempo me llega como una despedida,
un estar ya detrás, rebasado, excedido.
No me quejo, si el yo todavía se asoma
-la primera persona del singular, no hay otra
que no sea mentira o artificio-,
si frente a los que allá discurren
sobre mi narcisismo, que consiste
en decir llanamente que viví, que aquí estuve,
que amé y que quise ser empecinadamente lo que fui,
me limito a mirar todavía adelante,
a no apelar a los fáciles subterfugios de oficio,
a las modestias que se estilan en el gremio,
qué puedo hacer en estas vísperas
en que todo se da como un adiós. ¿Cambiar, cambiarme,
ponerme esa corbata con el color de moda,
marcar el paso preferido, comprar la yerba o el tabaco
que se debe? Ah, yo.

Julio Cortázar