domingo, 29 de junio de 2008

1 año. Vaya tela... xDD


Pasamos un tiempo buscando al ser humano perfecto para llegar a la conclusión de que lo mejor es aceptarnos tal como somos, aunque vengamos cargados de imperfecciones. Hoy no hablo de una relación perfecta, ni de dos personas perfectas. Hoy hablo de ser Silvia, del placer de ser yo misma todos los días, de sentir que eso está bien, que yo estoy bien. Hoy hablo de que me encanta ir descubriendo cada día nuestras imperfecciones, de que me encanta no ser la única que hace listas para todo, de que hay listas en las que es un lujo estar (y sentirse), de que me encantas. Hoy hablo de 365 días de preguntas, confidencias, consejos, dudas, recomendaciones, reflexiones al aire y un par de borracheras. Hoy hablo de fiarse de las sensaciones cuando no existen recuerdos.

Construimos un nosotros a partir de un ¿quieressermiamiguito? Bastó un para ser SilviayAlbert o AlbertySilvia, sin más. Y aquí seguimos, y quiero que sea siempre fácil, y me pone triste que me lo compliquen, y entonces me dices que no es complicado, que seguimos siendo nosotros y me acuerdo de lo imperfecta que soy, y de cómo me gusta ser Silvia, y del placer de ser yo misma todos los días y de sentir que eso está bien, que yo estoy bien.

Y de momento quiero un año más, y luego otro, y luego otro más... Quiero que preguntas como "y tú, Silvia, ¿qué esperas de la vida?" se vayan contestando todos los días. Y quiero ver de cerca que consigues lo que buscas, que decides al fin qué quieres de postre, que averiguas cómo ser feliz todos los días. Y quiero reconocer cada día tus imperfecciones, y quererlas, y sentir que eso está bien, que tú estás bien. Que estamos bien.

Y quiero volver a mentirte si me lo pides y decirte que no, que no estás loco.

1 comentario:

Tita dijo...

Al mostrarme hoy, me pregunté si algún día tú te mostraste y yo no me enteré, busqué en el pasado y ya veo que sí. Bendita curiosidad que me ha hecho leer este texto, me encanta, nos tienes acostumbrados a tesoros escritos por otros, pero niña, tus letras son mágicas, y sí, parece que nos conozcamos desde hace tiempo, y eres un tesoro. Diré que a mí me gusta mucho esa Silvia que apareció en mi vida en forma de letras, pero me gusta mucho más esa Silvia que apareció sonriendo por una boca de metro y que además de palabras tiene energía.