viernes, 13 de junio de 2008

Yo sé
que el tierno amor escoge sus ciudades
y cada pasión tiene un domicilio,
un modo diferente de andar por los pasillos
o de apagar las luces.

Y sé
que hay un portal dormido en cada labio,
un ascensor sin números,
una escalera llena de pequeños paréntesis.


Sé que cada ilusión
tiene formas distintas
de inventar corazones o pronunciar los nombres
al coger el teléfono.
Sé que cada esperanza
busca siempre un camino
para tapar su sombra desnuda con las sábanas
cuando va a despertarse.

Y sé
que hay una fecha, un día, detrás de cada calle,
un rencor deseable,
un arrepentimiento, a medias, en el cuerpo.


Yo sé
que el amor tiene letras diferentes
para escribir: me voy, para decir:
regreso de improviso. Cada tiempo de dudas
necesita un paisaje.


Luis García Montero

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad es que frente a semejantes reflexiones no se me ocurre qué decir.. creo que no hace falta que comente nada...hay silecios verdaderamente útiles...como este.
Un beso!!

Unknown dijo...

Uho.

Tita dijo...

Este poema me hace recordar que estos últimos cinco años siempre ando de aquí para allá, mudando sentimientos, vivencias y pertenencias. A veces tengo la sensación de que ya no recuerdo en qué calle besé sus labios, en que instante temblé por su mirada...Tengo ganas de echar raíces, de regresar de improviso como bien dice García Montero. Mi tiempo de dudas ya ha tenido suficientes paisajes, sin embargo ahí sigo, haciendo que olvido, pero sólo retengo.

besos soñadora despierta